Feria de Artesanía de Bergondo (A Coruña): El día después.

Feria de Artesanía de Bergondo (A Coruña): El día después.

El día después de una feria,  imágenes, situaciones, conversaciones, se vienen a la cabeza, analizando la vivencia, asimilando detalles que a lo mejor en su momento no estuve muy pendiente y sobre todo volviendo a empaparme de la experiencia, cosas que gustan y cosas que no. Desde luego que hay ferias que a veces es mejor ni recordarlas, otras, como la de Bergondo, te llevas un buen sabor de boca y no sólo por las ventas, sino también por la propia gente, artesanos con los que simpatizas y compartes experiencias, gente de la administración amables y que se les nota la empatía  por el artesano, el cariño de la propia alcaldesa y un largo etcétera por el que siempre merece la pena viajar desde Málaga a Galicia.

Del viaje contaré que es largo y pesado, 12 horas de coche con paradas de 5 minutos a comer y “estirazar” las piernas, la autovía por las castillas se hace muy monótona ya que el paisaje tiende a ser desolador, pasando por Madrid es un caos absoluto, ya en Galicia me enamoran las tonalidades de verde que te regala el paisaje, se nota bastante la humedad del ambiente. Y en la vuelta, entrando por Despeñaperros, vuelta a Andalucía, otro verde que me enamora, distinto a Galicia, pero el verde de mi tierra, verde olivo.

La Feria de Artesanía de Bergondo lleva 13 años realizándose, siendo Roberto Fernández (mi Roberto) el promotor y organizador inicial. Al principio se realizaba al lado de la casa de cultura, en el centro de Bergondo, siempre fue una feria subvencionada en la que se pagaba el hospedaje y comida a los artesanos. En la feria se celebraban dos premios, uno al mejor montaje y stand, y otro a la mejor pieza, durante el transcurso de la feria también se realizaban diversos talleres demostrativos y participativos de diferentes oficios.

La Feria de Artesanía de Bergondo fue un referente importante para la comarca y llamó la atención a los industriales del polígono de Bergondo. Fue entonces cuando los industriales decidieron hacer su feria y el Ayuntamiento decidió unirlas en un mismo evento y trasladar la feria al polígono industrial.

Roberto ha sido fiel a la misma, a pesar de ahora estar en el otro extremo de España. 

El año pasado participamos en Bergondo con el stand de joyería y jabones, este año hemos decidido participar sólo con plata, aprovechando el lanzamiento de nuestra nueva colección “Patio Andaluz” junto a la nueva imagen “Naina Plata”, que tuvo muy buena aceptación. Personalmente, me siento bastante satisfecha en general, en particular por la imagen corporativa por la que hemos apostado.

Me dio rabia no haberme llevado jabones porque se quedaron dos stands vacíos, uno se pudo echar mano de un reserva, pero el otro, quedó con publicidad del Ayuntamiento, una pena, porque si las que faltaron hubieran avisado con tiempo, podía haberse montado algo, muchos artesanos estábamos dispuestos a rellenar el stand con piezas pero como no habíamos calculado que eso podía pasar, ninguno había traído nada,  aparte de su stand.

Voy a centrar un poco esta entrada en el blog en el tema de los stands vacíos en una feria de artesanía,  ya que es un tema que considero importante y que no debería repetirse en ninguna otra feria:

El tema de los stands vacíos en una feria de artesanía, sea cual sea, es una gran putada (dicho con todas las letras) porque una feria de artesanía se la curran los propios artesanos locales, ellos son los que han tenido que luchar contra la administración para conseguir permisos y financiación para lograr montar la feria, cosa que parece muy fácil, pero hay que pelearla mucho y trabajarla durante muchos años para que se convierta en una feria rentable. No hay que olvidar que gracias a las ferias de artesanía muchos artesanos viven, así que dejar el stand colgado es faltar el respeto a todo el trabajo que esos artesanos han realizado, así como a los que han podido quedar sin ser seleccionados , eso es lo que hicieron estas dos chavalas que dejaron colgados los stands de Bergondo.

Lo que nos dejó flipando, fue que si el propio organizador de la administración no las llama para averiguar el motivo de la tardanza, ni si quieran nos enteramos  que no iban a venir,  ya que se les había olvidado. Pero lo que más molestó fue el saber que en este mismo fin de semana estaban montadas en otra feria, con lo que las escusas que dieron a Bergondo fueron mentiras, sin comentarios…

Cambiando de tema, que el anterior pica, en la Feria de Bergondo tuve la posibilidad de saludar a María (Lola Puñales), jabonera de la tierra, me dio pena no poder charlar más tranquilamente con ella, pero tenía mucho trabajo en mi stand y cuando podía despegarme un poco del stand me despistaba con el textil, que como lo practico como hobby me llama mucho la atención.

Para terminar dejo unas fotos de la feria de Bergondo y un saludo a todos los compañeros con los que pasamos esos tres días.